La leyenda negra de la armónica de cristal

Esto fue lo que Friedrich Rochlitz, musicólogo alemán escribía sobre este instrumento en el periódico musical “Allgemeine Musikalische Zeitung”: «la armónica estimula en exceso los nervios y sumerge al músico en una acuciante depresión y, por lo tanto, en un oscuro y melancólico humor que acaba llevándolo a una lenta auto-destrucción. Si sufre de algún desorden nervioso, no debería tocarlo; si aun no se encuentra enfermo, no debería tocarlo; si se encuentra melancólico no debería tocarlo”.

Se trata de un instrumento muy curioso que tiene sus primeros antecedentes en Asia en el siglo XI. No obstante, se empezó a usar en música a partir del siglo XIII. A pesar de que por su nombre pudiéramos pensar en un instrumento de viento, lo cierto es que está formado por varios platos de cristal de distintos tamaños superpuestos y que se ordenan sobre un eje transversal que rota por la acción de un pedal. Estos platos se situaban encima de un recipiente con agua que rozaba ligeramente las copas, el sonido se producía frotándolas ligeramente con los dedos. En muchas ocasiones se señala a Benjamin Franklin como su inventor, pero lo cierto es que él simplemente lo mejoró después de escuchar su sonido en un concierto.

Pero la realidad es que cayó en desuso por considerarlo un instrumento peligroso para la salud tanto física como mental.

¿Qué hay de cierto acerca de esa leyenda oscura? Actualmente lo que se piensa es que esos supuestos efectos secundarios eran provocados por la cantidad de plomo contenido en el cristal de las copas (honestamente… esto último no lo he contrastado…. )

En los siguientes enlaces podeis escuchar cómo suena.

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